HERNIA INGUINAL

La hernia inguinal ocurre cuando una porción del intestino o de otro órgano abdominal se abre paso por un orificio de la pared abdominal hacia el conducto o canal inguinal. El conducto inguinal contiene el cordón espermático, que consta del conducto deferente, los vasos sanguíneos, los nervios y otras estructuras. Antes de nacer, los testículos, que se forman en el abdomen, pasan a través del conducto inguinal y descienden hacia el escroto. El intestino herniado puede quedarse localizado en la ingle o, en los varones, llegar hasta el escroto, la bolsa que recubre a los testículos (hernia inguinoescrotal). Las hernias inguinales pueden aparecer a cualquier edad y son más frecuentes en varones que en mujeres. Con el tiempo, si no son operadas, suelen ir aumentando de tamaño.

TIPOS DE HERNIA INGUINAL

Son de dos tipos:

  • Hernia Inguinal Indirecta: son las más frecuentes. Son de causa congénita (de nacimiento) y mucho más frecuentes en varones. Se deben a alteraciones durante el desarrollo fetal que llevan a que el anillo inguinal (por donde pasan los testículos hacia el escroto al nacer) no se cierre bien, favoreciendo posteriormente el paso del intestino por ese anillo hacia el canal inguinal. Son más frecuentes en niños que han nacido prematuros y en niños con criptorquidia (testículos no descendidos).

Hernia inguinal indirecta: salida del contenido abdominal a través del anillo inguinal profundo, por dentro del conducto inguinal y lateral a los vasos epigástricos (circulo rojo) pudiendo llegar al escroto.

  • Hernia Inguinal Directa: aquella que sucede normalmente en la zona de la ingle y que tienden a padecer especialmente en personas de avanzada edad, a causa de la pérdida de tono en la pared abdominal. Además, estas suelen aparecer con mayor frecuencia en varones y se desarrollan cerca del conducto inguinal. Este tipo es el menos frecuente.

Hernia inguinal directa: el contenido abdominal protruye a través del piso del triangulo de Hesselbach sin pasar por el anillo inguinal profundo y medial a los vasos epigástricos (círculo rojo).

FACTORES CONDICIONANTES
  • Levantar pesos con frecuencia.
  • Toser de forma crónica.
  • Esfuerzos continuos y exagerados al evacuar (por ejemplo, en personas con estreñimiento).
  • Sobrepeso u obesidad.
  • Roturas musculares de pared abdominal.
  • Historia familiar de hernias.
  • Presencia de ascitis (líquido en el interior del abdomen).
  • Diálisis peritoneal.
  • Desnutrición crónica.
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¿CUALES SON LOS SINTOMAS?

La aparición de un bulto a nivel de la ingle o del escroto. El bulto aparece y desaparece en función de si el intestino herniado sale o regresa al abdomen. El bulto puede ser empujado con el dedo y desaparecer como consecuencia de haber llevado el intestino hacia el interior de la cavidad abdominal. Los esfuerzos que aumentan la presión intraabdominal (coger pesos, hacer fuerza para ir al baño, tos, etc.) favorecen la salida del contenido intestinal por el conducto inguinal y en consecuencia aparece la hernia. Por el contrario, el acostarse o echarse suele favorecer que el intestino penetre de nuevo en el abdomen. Cuando las hernias son muy grandes el intestino puede llegar hasta el escroto produciendo un bulto a nivel de los testículos (hernia inguinoescrotal).

¿CUALES SON LAS COMPLICACIONES DE LA HERNIA INGUINAL?
  • Hernia incarcerada:se trata de una hernia que queda atrapada en la ingle o en el escroto y no puede reducirse, es decir, no puede volver al interior de la cavidad abdominal, ni de forma espontánea ni tras ser manipulada por el paciente o por el médico. Suele ser debido a una inflamación del intestino que está herniado, que impide que vuelva a su lugar. Si la inflamación es importante puede dificultar la llegada de sangre a la zona herniada produciendo una hernia estrangulada.
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  • Hernia estrangulada: consiste en la falta de llegada de sangre a la parte del intestino herniada. Se produce porque las venas y arterias que llevan el riego a la zona de intestino herniada son comprimidas, generalmente a nivel del anillo inguinal. La falta de riego produce un intenso dolor espontáneo y a la palpación de la zona herniada, que puede acompañarse de fiebre y malestar general intenso. Requiere una operación quirúrgica de urgencia para evitar la muerte de esa zona del intestino. Si no se trata puede llevar a la muerte.
DIAGNOSTICO

El diagnóstico de una hernia inguinal se realiza mediante la historia clínica y la exploración física. El médico palpa en la zona de la ingle y por dentro del escroto, y suele solicitar al paciente que tosa para ver si la hernia sale o no de la cavidad abdominal. En algunos casos puede estar indicada la realización de pruebas de imagen (ecografía de partes blandas de la región inguinal, TAC).

TRATAMIENTO

El tratamiento definitivo de la hernia inguinal es el quirúrgico y consiste en la reintroducción del contenido abdominal y reparación o reforzamiento de la pared inguinal. Para la realización de dicha reparación o herniorrafía, existen varias técnicas que van desde la utilización de los propios tejidos (músculos, fascias, etc.) para restaurar la integridad de la pared abdominal, hasta la utilización de prótesis o mallas artificiales que ejerzan dicho papel. Una de los últimos avances en el tratamiento quirúrgico de las hernias inguinales consiste en la reparación de las mismas por vía laparoscópica, especialmente indicada en aquellas hernias ya intervenidas previamente y que han vuelto a reaparecer (hernia inguinal recidivada) o bien en aquéllas que de inicio se manifiestan en ambos lados (hernia inguinal bilateral).